Desgarradoramente honesto este poema.
Dejame hablar
antes de que la voz
se me inunde,
antes de que me pierda
entre mares de dolor.
Te tengo una invitación,
una triste,
pero es que hay dolores
con los que no puedo lidiar solo,
será cosa de minutos,
de silencio,
de un abrazo que
nos seque las penas
que van dejando las goteras.
Déjame hablar,
sere breve,
igual no tengo mucho para decir
pero necesito que me ayudes a contener
la marea que está por venir
o que tomes mi mano
y la naveguemos juntos.
Y aunque no sea romántico,
o común,
o perfecto,
es real.
Te tengo una invitación,
por favor ven,
y no me entiendas,
y no me pidas explicaciones,
no busco consuelo,
solo compañía,
acompáñame a llorar
una noche de estas,
y a reír, luego,
la vida entera.
Luis Medina